Rodillos
El rodillo es ideal para pintar grandes superficies ya que nos permite ahorrar tiempo. Se obtiene un resultado parejo, sin las rayas que pueden presentarse ante el uso de pinceles de cerdas para una superficie grande.
Su uso es muy sencillo, se trata solo de impregnarlo de la pintura que vamos a utilizar y luego pasarlos sobre la superficie que deseamos cubrir.
Disponemos de rodillos fabricados con lana pura de origen animal, o de tejido sintético de poliamida pura o mezcla de poliéster, así como microfibra o espuma.
Clásicas
- Profesionales:Lana, antigota, hilo, esponja, microfobra...
- Alargos:Alargador para rodillos y recambios
- Decoración:Estuco gamuza, veneciano, efecto bambú...
Usos y materiales
El rodillo puede estar fabricado con pelo o espuma y también nos brinda la oportunidad de prolongar el largo de su mango a través de un alargador. Este nos permitirá acceder a superficies altas.
Para extender bien la pintura, debemos cargar el rodillo en la bandeja o cubeta, haciéndolo rodar dentro de la misma para que se moje toda la superficie. Luego, retiramos el exceso de pintura pasando el rodillo sobre la rejilla o zona texturada de la bandeja. Tiene como desventaja el hecho de que tiende a chorrear y salpicar de pintura, especialmente si esta última es muy fluida.